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Registro de Gastos para saber nuestra Situación Financiera

     

Ordenar nuestros gastos ayuda a conseguir nuestras metas, por lo que es importante hacer un análisis para saber nuestra situación financiera. 

Tener finanzas sanas nos ayuda a tener un mejor futuro, ahorrar para los objetivos y metas y prevenir emergencias.

Si nuestros ingresos y gastos son iguales, se tienen finanzas equilibradas, pero no deja margen para el ahorro y para prever emergencias, perdiendo así, el control de esas finanzas. Cuando los gastos son más que los ingresos, es decir, se gasta más de lo que se gana, se pierde el control de las finanzas, pues hablaríamos de que hay pérdidas en vez de ganancias.

Antes de pensar en realizar un gasto, es necesario analizar cuánto se necesita ahorrar. No se tiene que esperar a “haber si nos sobra dinero”, pues seguramente se terminará gastando en cosas que no se necesitan (compradores compulsivos les llaman). Hay que tener muy presente que los gastos son erogaciones que no se recuperan, pero que no pueden evitarse pues son necesarios para la vida y subsistencia de las personas.

Por eso la importancia de registrar los gastos en una bitácora para a partir de ello, realizar los análisis de estados financieros a través de un Balance General y un Estado de Resultados. Estos estados son como la radiografía que reporta o muestra la información financiera de la persona, o la realidad financiera de una empresa u organización, pues son la representación financiera de los ingresos y los gastos, así como de lo que se posee.

En los estados financieros se incluyen todas las operaciones que se realizan durante determinado tiempo, ejercicio o periodo y con base a ésos resultados, se toman las mejores decisiones.

De acuerdo al NIF (Normas de Información Financiera) los estados financieros son útiles para distinguir el origen y características de los ingresos, conocer la capacidad de crecimiento, generación y aplicación del flujo de efectivo, su productividad y los cambios de los recursos en el caso de las empresas, y así tomar decisiones de inversión o asignación de recursos y conocer la rentabilidad, liquidez, solvencia y capacidad de crecimiento.

Las personas que tienen ingresos procuran tener un patrimonio, que no puede ser necesariamente en dinero, sino en inversiones de bienes inmuebles como terrenos, casas, edificios o departamentos, o bien la cantidad de dinero en una cuenta bancaria. El tener un patrimonio ocasiona a las personas estabilidad económica y seguridad en sus transacciones financieras.

Por eso cuando se dice que una persona tiene liquidez, se refiere a que se tiene la cantidad de dinero suficiente para poder pagar obligaciones y adquirir bienes al contado o al tener el efectivo necesario en el momento oportuno que permita hacer el pago de los compromisos contraídos (y que se contemplaron en el proyecto de vida a corto o largo plazo), es decir que tiene la capacidad de pago a corto plazo, para compromisos inmediatos y con facilidad de convertirse en dinero.

Contrariamente, se entiende por solvencia, contar con los bienes y recursos suficientes para respaldar adeudos, con ingresos futuros (aguinaldos, utilidades, gratificaciones anuales, etc.), que aunque no son en efectivo, también no se tienen en el momento oportuno, por lo que es la capacidad de atender compromisos a largo plazo, que de estabilidad a un negocio o persona, pues se tiene la capacidad de devolver las deudas contraídas de momento o a futuro, ya que se dispone de abundantes bienes que son de su posesión para liquidar las deudas. En resumen, la solvencia es el exceso de activos sobre los pasivos o la suficiencia del capital contable, para liquidar los pasivos contraídos al vencimiento de los mismos y así seguir una trayectoria normal que le permita conservar dicha situación en el futuro.

Si no hay facilidad para convertir esos bienes en dinero o en efectivo, NO hay liquidez.

Los estados financieros son una herramienta que brindan la información de la liquidez y solvencia existente y ayudan a tomar a mejor decisión posible. Son tan fidedignos como los procedimientos contables y económicos que los originaron, como la bitácora de gastos, y aunque a nivel personal no se realiza un análisis financiero como tal, pues no se utiliza una técnica financiera para conocer su situación actual, si realiza un estado de resultados y un balance general, para saber su liquidez y su nivel de endeudamiento.