Análisis de la gestión pública actual del Estado Mexicano
INTRODUCCIÓN.
La nación
tiene que enfrentarse a importantes obstáculos para aplicar la Nueva Gestión Pública, tales como
la corrupción y burocracia que son grandes limitantes para implementar una
administración pública eficaz.
Muchos
políticos con tal de ganar votos de la ciudadanía, presumen de una nueva
gestión pública de progreso, con modernidad y bienestar.
Hoy en día,
se busca que la NGP sea eficiente, apegada a las necesidades de las personas,
sin corrupción, de buena calidad, aprovechando los recursos financieros y
humanos, dejando fuera las recomendaciones y compadrazgos, que busque proveer
eficientemente y logre el buen gobierno.
La
participación ciudadana es de suma importancia para que el Estado pueda
realizar mejoras significativas, aplicando todo el conocimiento y las
experiencias, para que puedan ser utilizadas de manera productiva y aprender de
aquello que previamente ha funcionado y convertirla en una herramienta
estratégica para perfeccionar procesos y lograr mejores resultados.
Involucrarse
en las funciones del Estado más que un derecho es una obligación, ya sea como
estudiante, profesionista, ciudadano, vecino, funcionario o miembro de una
organización.
Es
importante recordar que Estado se logra a través de la injerencia de su
población, pues es la ciudadanía la que le da vida a las instituciones y al
poder público.
Por otro
lado, reconocer las nuevas Prácticas en Gestión Pública ayuda a que las
instituciones puedan servir cada día mejor a la ciudadanía; pues un buen
servicio al ciudadano aumenta la confianza ciudadana respecto a la actuación
del Estado, reduce costos y mejora la imagen y reputación de la entidad
pública, para contribuir así a la consolidación de la democracia.
La Nueva
Gestión Pública pretende superar el burocratismo, el cual es responsable de los
problemas y las crisis de la administración pública, mediante el enfoque
privado lucrativo, la creación del Valor Público, Gestión de Procesos a través
de medición de gestión y resultados, como se presenta en el siguiente análisis.
ANÁLISIS DE LA GESTIÓN PÚBLICA ACTUAL
DEL ESTADO MEXICANO.
Importante
es incentivar la mejora de la Gestión Pública, así como promover la constante
medición y evaluación de sus medidas, impulsar la innovación y colocar al
ciudadano como razón de ser del servicio público.
Con la
difusión de las buenas prácticas se intenta generar demanda ciudadana que
ofrezca servicios de excelencia en el Estado.
El
reconocimiento a las buenas acciones en el Sector Público tiene por objetivo
identificar, premiar y dar a conocer buenas prácticas en el Sector Público,
como lo son las actividades y procesos que han obtenido destacados resultados
en beneficio de la ciudadanía y que pueden ser replicados en otras
organizaciones para mejorar la efectividad, eficiencia e innovación. Esto se traduce en buena atención al público.
Todo
gobierno responsable debe buscar la constante mejora que induzca a grandes
avances con el fin de posibilitar un servicio más eficiente, eficaz y más
cercano a las expectativas de la ciudadanía. Dicha mejora debe de estar fundada
en la corresponsabilidad gobierno-sociedad.
Desde las
últimas tres décadas las administraciones federales han hecho esfuerzos por
mejorar los programas implantados en el Estado mexicano, con programas como
“Reforma Administrativa”, “Planeación Democrática”, “Simplificación
Administrativa”, “Modernización Administrativa”, “Agenda del Buen Gobierno” y
“Programa Especial de Mejora de Gestión”, que se dio en el Gobierno de Felipe
Calderón.
Corresponde
a la Secretaría de la Función Pública definir la política y los objetivos de
mejora de la gestión pública de las dependencias y entidades de la
Administración Pública Federal, así como emitir la normatividad necesarias para
las operaciones del programa; establecer incentivos no económicos y promover
ante la SHCP los incentivos de carácter económico para compensar y estimular el
buen desempeño de las instituciones y de los servidores públicos, evaluar el
desempeño institucional y realizar las mejoras y ajustes.
Se debe de
plantear un propósito, normas, programa, estructura, procedimientos de
ejecución y evaluación (componentes de una política pública), para que los
resultados impacten en la estabilidad y paz social, seguridad y soberanía, el
bienestar general, para que cada individuo lleve una vida digna, un desarrollo
sustentable a favor de la sociedad.
LOS INICIOS
Como casi
en todo el mundo, desde los años noventa, la autonomía gerencial ha sido el
mayor componente de la NGP, para poder llevar una programación del trabajo y
determinar los procedimientos que se utilizarán para llevarlo a cabo. Puesto
que el modelo tradicional ya no resolvía los problemas sociales en términos de
eficiencia, eficacia y legitimidad, pues el gobierno actuaba de manera
unilateral autoritaria y el estancamiento debido a la burocracia.
La Nueva
Gestión Pública es una de las tendencias internacionales más destacadas de la
administración pública. Ciertas tendencias dan fruto solo en algunos países
como en Estados Unidos, Suecia, Gran Bretaña, Francia, Italia, no en todos.
Por ello
los gobiernos se cuestionaron cuál debe de ser el papel del Estado en las
nuevas condiciones sociales, su ámbito y tipo de acción, particularmente en el
terreno de desarrollo económico y social. Como lo refiere Aguilar (2006), cuál debe ser el papel del Estado, qué puede
y qué no puede hacer y cómo debe hacerlo.
Es muy
importante conocer el contexto nacional a través de diferentes componentes:
a).-
Contexto político: Conjunto de problemas económicos, sociales y políticos que
experimenta una comunidad.
b).-
Contexto Institucional: Estructura y cultura administrativa de un gobierno.
c).-
Contexto gubernamental o propio de un gobierno.
Con base a
estos tres conceptos es que se determina el tipo de diagnóstico que harán los
gobiernos de sus problemas y así determinar las acciones a realizar, mismas que
podrían traducirse en diseño de políticas públicas. Aguilar (2006).
Como bien
lo refiere Cejudo (2011), lo que caracteriza a la NGP es la preocupación por la calidad, la llamada orientación al
cliente/usuario/ciudadano, la medición de resultados por mecanismos de control
y el interés por la innovación y la creación del valor público.
La reforma
administrativa fue una respuesta obligada a los problemas de operación del
gobierno al déficit fiscal de los Estados; calidad incierta en los servicios
públicos y políticas económicas erróneas. Así como el mal manejo financiero, la
elaboración de las políticas y programas, la asignación y uso de recursos
públicos, el trato con los ciudadanos, desórdenes e incapacidades legales,
organizativas, directivas y operativas, que son evidencia de la equivocación e
ineficacia gubernamental de la administración pública.
El objetivo
principal de la autonomía es la descentralización y la desconcentración; es
decir, se transfiere un poco de poder formal a un organismo o a un liderazgo
profesionalizado , de modo que se pueda actuar con un cierto grado de
autonomía, sin que el responsable político no abandone su autoridad
completamente.
Sin
embargo, en México hace mucha falta la medición de desempeño y la evaluación de
los rendimientos de forma más formalizada. Es necesario que las empresas
paraestatales como CONACULTA, Comisión Nacional del Agua, Comisión Federal de
Electricidad, por mencionar algunas, estén orientadas más hacia la competencia
en el mercado y el libre mercado, y menos sujetas al control político. Además
que no todas ofrecen valor público a los ciudadanos.
EN
BUSCA DE AUTONOMÍA Y GOBERNABILIDAD.
México ha
adoptado un sendero de reformas moderado, buscando llevar un control político
central y realizando cambios moderados en la ejecución de sus funciones
públicas y administrativas centrales. Es decir, busca la autonomía a través de
un traslado de la autoridad de las unidades centrales a los organismos, de las
autoridades reguladoras a consejos de administración, para utilizar los
recursos asignados con responsabilidad mientras sigan una ruta de mejora.
El nuevo
sistema o enfoque se basa en la forma de un Presupuesto basado en Resultados,
que tiene que verse reflejado en el mejor manejo del sector público, la
racionalización de la gestión del gasto público y la promoción y el
reforzamiento del papel dela sociedad civil en la fiscalización y el control
del gobierno.
Se plantea
que un Estado fuerte debe corresponderle a una sociedad fuerte. Un gobierno
eficiente debe estar correspondido con una sociedad que lo controle. Los
funcionarios que asumen responsabilidades y rinden cuentas a los ciudadanos
emergen como los nuevos símbolos de gobernabilidad, que no es más que la
búsqueda de la eficiencia, la eficacia y la transparencia pública.
Y para que
se tenga gobernabilidad, los gobiernos deben ser legítimos y eficaces. Pues la
estabilidad y la gobernabilidad de los regímenes políticos dependen de su
legitimidad.
La
globalización, ha sido uno de los factores que ha provocado los cambios en el
funcionamiento de la gestión pública mexicana, además de las tendencias y
problemas históricos que durante décadas dominaron la actitud y orientación de
los funcionarios y dependencias públicas. Y por lo mismo, requiere de ajustes
de fondo y de una nueva orientación, de forma que se garantice tanto el
cumplimiento de los principios generales del Estado de derecho democrático
consagrado en la Constitución Política Mexicana, como la atención expedita de
las necesidades y demandas de los grupos sociales y los sectores productivos en
todas las regiones del país.
Es
necesario reconocer que las dependencias y programas federales no cuentan con
las capacidades institucionales necesarias para hacer de los ejercicios
programático-presupuestales instrumentos de articulación virtuosa y flexible
para la distribución de los recursos financieros, humanos y materiales. Pues la
gestión del capital humano y de los diversos recursos disponibles en las
dependencias y entidades no se encuentra vinculada a la planeación estratégica
y la evaluación de desempeño, por lo que la calidad y la oportunidad de los
trámites y procedimientos de la Administración Pública Federal muestran niveles
de cobertura muy bajos, así como de satisfacción entre los usuarios
individuales y colectivos.
El Sector
Público Mexicano sufre de niveles de productividad escasamente vinculados a las
demandas y retos que derivan de su agenda estratégica, en contraste con los
logros de la Administración Pública.
Aunque se
ha puesto en operación políticas y programas encaminados a medir y combatir de
forma efectiva fenómenos como la pobreza, la exclusión, la corrupción y la
destrucción del medio ambiente, que nos indican avances de consideración y
relevancia; tanto como la puesta en práctica de sistemas de protección y
defensa de los derechos humanos y sociales y el establecimiento de vínculos
comerciales y de cooperación firmes con países y economías cercanas y distantes
que de estabilidad a empresas y consumidores. (Sosa 2000).
Pese a
ello, no se ha logrado implantar en el ámbito interno, sistemas estables de
medición de los resultados de su acción que hagan factible la aplicación de
estrategias de ajuste, control y mejora de los diversos recursos que
administran y que son la base de su desempeño.
El Servicio
Profesional de Carrera, uno de los espacios para fomentar que nueva Gestión
Pública haga lo suyo: administrar con sus propias reglas y aislado de la
influencia política; no ha logrado adecuarse totalmente a la naturaleza de cada
dependencia o entidad, ya que los recursos humanos que conforman al Gobierno
Federal y sus instituciones, no cuentan con condiciones plenas de seguridad y
desarrollo profesional.
En el caso
de los recursos financieros y materiales, se presenta una desarticulación entre
los requisitos y plazos que marca el proceso de presupuestación y ejercicio del
gasto, y las temporalidades que existen en cada una de los sectores de la
administración. Es decir, hay una baja eficiencia institucional evidenciada por
problemas como el subejercicio presupuestal o la frecuente improvisación y
adaptación de las decisiones de gasto e inversión a situaciones específicas de
los sectores de la administración.
En México,
el gasto público es bajo comparado con otros países de la OCDE y Latinoamérica.
Y la gestión pública federal se centra más en la observación de normas que en
el cumplimiento de objetivos y la medición de resultados.
La
Administración Pública de México, erróneamente atribuye a los órganos de
gobierno funciones y responsabilidades sobre las que no es posible saber de
antemano los efectos que producirán y las magnitudes de recursos que
involucrarán, no respondiendo así a “leyes sociales” o a principios
conformadores que puedan asegurar que su actuación tendrá implicaciones
solamente en aquellos aspectos considerados al momento de adoptarse cualquier
decisión.
A pesar del
notable avance tecnológico y su capacidad de diagnóstico y previsión constante,
la Administración Pública no ha dejado de ser un conjunto de expresiones
prácticas y de nociones intangibles de carácter instrumental que hacen que esta
se defina como un fenómeno social antes que como uno de naturaleza jurídica o
técnica.
La idea es
que haya mejora gubernamental y una excelente y por demás eficaz medición de
resultados, por eso es que desde el gobierno de Calderón se tuvo la perspectiva
de la evaluación centrada exclusivamente en el control normativo y se
implementaron algunas iniciativas para estructurar una política de evaluación y
mejora del Gobierno Federal (Sistema de Evaluación de Desempeño, Sistema
Profesional de Carrera, Instituto Nacional para la Evaluación Educativa, por
mencionar algunos).
Estas
herramientas, metodologías y perspectivas de evaluación han favorecido que poco
a poco se vaya consolidando una estrategia más compacta de evaluación de
desempeño en el sector público.
La idea
principal de la Nueva Gestión Pública es que el gobierno se administre de una
manera más parecida a la forma en que lo hacen las organizaciones privadas, lo
que refleja un cambio profundo en el espacio social y tecnológico y no un
cambio de paradigma en términos organizativos (Moe 1994). Y con ello establecer
un sistema de información sólido y el desarrollo de mecanismos de dirección
basados en resultados y un fortalecimiento en la rendición de cuentas a partir
de la medición de productos e impactos. Lo cual a veces da resultados positivos
y otras tantas, crea fallas en su implementación, teniendo en cuenta de que
México ha creado sus propios mecanismos de rendición de cuentas, con reglas que
están lejos de hacerlo un actor transparente, debido al constante crecimiento
de la burocracia.
El gobierno
es una pieza sustantiva del desarrollo económico y social de una nación, es un
motor fundamental, que requiere un aparato administrativo grande, fuerte y efectivo
y por otro lado; un gobierno sin vigilancia, es un gobierno seguramente
corrupto e incompetente.
Es
importante reconocer que nuestras administraciones públicas deben cambiar,
cambiar su cultura política, dejar a un lado la burocracia y buscando la
evaluación constante de resultados que vayan dirigidos a la sociedad, separando
así la carrera política de la administrativa y asegurar un alto nivel de
vigilancia política y social sobre las acciones del aparato administrativo.
Tenemos que
transformar nuestra visión del aparato público como un cuerpo profesional y
ético de la función pública, responsable de implementar un sistema de calidad
total de atención al cliente, de gran competencia, de transparente rendición de
cuentas, con la existencia de un servicio civil de carrera, con fortalecimiento
en mecanismos de control, de vigilancia y transparencia en la administración
pública y así ubicar a México en un espacio social distinto y hacer que las
reformas propuestas nos lleven a la transformación, innovación, con calidad
hacia al cliente, y la constante evaluación
por resultados, para tener la posibilidad de éxito a muy corto plazo.
Dejando muy atrás el ser poco responsables, con lealtad pero poco
profesionales, el servicio débil o inexistente, la opacidad informativa y la
toma de decisiones de manera autoritaria, de poca negociación y cooperación.
México debe
buscar la equidad y la protección de los diferentes grupos sociales, la
continuidad, la confianza de la sociedad, así como la eficiencia y la legalidad;
lo cual implica fortalecer la carrera administrativa, creando cuerpos
profesionales, con reglas claras y respetadas, y con suficiente autonomía para
dar continuidad a los programas gubernamentales, de manera transparente y con
legalidad, mejorando así la calidad del accionar público.
Las
reformas lejos de privatizar, descentralizar mediante gobiernos locales, son
necesarias y urgentes; y es necesario involucrar a todos los actores sociales
posibles, al aparato legislativo y a organismos sociales.
La NGP
busca enfocar al gobierno como el enlace con la sociedad, que haya más
participación de la sociedad civil de forma más intensa y abierta; que haya una
descentralización y delegación de competencias buscando la oportuna promoción,
gestión y control de los impuestos, generando así sus ingresos propios;
proporcionando a través del mercado concesión de servicios; y lo más
importante: implementando estrategias, a partir de la formulación de agendas,
fijando metas y objetivos ligados a la consecución de resultados que sean
medidos por sistemas de indicadores de
gestión; así como lo más importante: incorporar tecnologías de información
y comunicación, para crear una nueva relación entre ciudadano y gobierno y éste
pueda servir a sus ciudadanos mejor y a bajo costo, sin que tengan que salir de
sus hogares todo gracias a internet.
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